Metáfora de la educación

Metáfora de la educación

"La mala educación: yo tengo un recipiente con agua y echo el agua en un vaso vacío.
La buena educación: primero, ayudar a que el otro sepa dónde hay manantiales de agua de modo que le hace un buscador autónomo; segundo, cuando lo encuentra sabe distinguir si ese agua está contaminada o no; y por último, es capaz de compartir el agua con los que tienen sed."

martes, 19 de abril de 2011

"Qué opinan los padres sobre su participación en la escuela"

 En este artículo de la revista número 39 "Aula Infantil", unos padres exponen cómo ven su participación en la escuela, cuál creen que es su papel dentro de la educación de sus hijos y en qué grado es importante su colaboración y participación.
(Para ver bien el artículo pincha en él, y luego amplialo)






Comentario personal y reflexión:
En este artículo, algunos padres y maestras, dan su opinión o muestran experiencias sobre la participación de las familias en la escuela. En concreto hay cuatro casos, y leyéndolos he sacado varias reflexiones de cada uno:
·         Participación sin intromisión
Es un caso que seguramente casi todos los maestros hayan pasado por él. Cuando eres maestra, pero también eres madre, al entrar en el aula de tu hijo/a como madre y no como siempre, al cargo tú de la clase, no sabes cuál es tu lugar. Creo que precisamente porque los maestros son los que mejor saben cómo funciona el aula, y qué cosas hacen los padres que está bien y cuáles son más desafortunadas, deben actuar ayudando al maestro como una madre más, sin invadir el espacio de la maestra, pero haciendo todo aquello que como maestra le gustaría que los padres de sus alumnos hiciesen.
·         Una realidad variopinta
Este caso me ha llamado mucho la atención. Es la experiencia de una maestra, con una clase muy variada con niños de barrios más marginales y un nivel cultural más bajo, y niños de clase media-alta.
El problema ha sido que los padres de los niños de nivel medio-alto, han acaparado toda la toma de decisiones de los padres y no han permitido que los otros padres puedan opinar, ni participar, les han excluido. El conflicto ha llegado a tal punto que ha tenido que intervenir el equipo directivo.
Me alucina que en algunos casos los maestros no cuenten con ningún tipo de colaboración de los padres, y que en otros haya conflictos por coger el protagonismo. Me parece que se está educando a los niños y enseñando a respetar, tolerar, la igualdad de las personas… y resulta, que antes se lo deberíamos enseñar a los padres en algunos casos. Es un muy mal ejemplo.
En este caso, el papel de la maestra es muy complicado y por eso  ha tenido que recurrir al equipo directivo, porque es importante que nos acordemos de que no somos órganos independientes, sino que todos tenemos que tener una relación directa.
·         La colaboración bien entendida
En este artículo un padre de un alumno implicado en el AMPA, en el Consejo Escolar y que participa activamente con el centro, hace una llamada al resto de padres para que colaboren.
Cree que los padres deben hacer aportaciones y buscar proyectos comunes con la escuela, y que aunque es complicado que los padres quieran implicarse mucho en el centro, que deberían participar en el proyecto educativo del centro y colaborar, ya que se trata de la educación de sus hijos.
Estoy totalmente de a cuerdo con este padre, además me gusta que se aun hombre porque parece que sólo pueden participar las madres en los centros, y la asociación es de madres y padres, AMPA.
El participar en la escuela es un derecho que tiene los padres, pero en cierto modo es también una obligación, ya que deberían estar totalmente implicados con la educación de sus hijos. Los niños pasan casi el mismo tiempo en el colegio que en casa, por lo que los padres deben colaborar con la institución que está trabajando al máximo por la educación de sus hijos, la escuela.
·         Nuestros hijos salen ganando
Unos padres hablan de la buena relación que han tenido siempre con la pequeña escuela a la que han asistido y asisten sus hijos, y cómo el colaborar no les ha supuesto una carga sino una motivación y satisfacción al poder participar en la educación de sus hijos en la escuela.
Creen que participando los padres, los alumnos ganan más, y que lo mejor para esta colaboración es la proximidad y la cotidianidad de la escuela con las familias.
Creo que ésta es una situación ideal, en la que los padres no se sienten obligados a tener que implicarse con la escuela, sino que quieren colaborar y estén ahí para lo que la escuela necesite, y se sienten bien porque la escuela cuenta con ellos.
No debemos olvidarnos de que la escuela no está formada únicamente por los profesores y el director, sino que la escuela somos todos, padres, maestros, familia, equipo directivo, Consejo Escolar…

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